Sobre el asesinato en Colombia de Jesús María Valle Jaramillo
Recordando la Declaración de la Presidencia del Consejo del 13 de junio relativa al asesinato de miembros de la organización colombiana de defensa de los derechos humanos CINEP y sus resoluciones anteriores sobre Colombia, en particular las aprobadas el 24 de octubre de 1996 y el 12 de junio de 1997,
A. Consternado por el asesinato de Jesús María Valle Jaramillo, Presidente del Comité Permamente de Derechos Humanos de Antioquia, perpetrado en su despacho el 27 de febrero por tres personas que afirmaron ser miembros de la "Brigada".
B. Considerando que, desde su fundación en 1978, treinta miembros del Comité Permanente por la Dfensa de los Derechos Humanos han sido asesinados, y manifestando su honda preocupación por el incremento de la violencia contra los activistas defensores de los derechos humanos -en 1997 fueron asesinados 19 activistas- y otros treinta se vieron obligados a huir del país para salvar sus vidas -y por la elevada incidencia de violaciones de los derechos humanos en los primeros meses de 1998.
C. Convencido de que los autores de estos delitos han de comparecer ante la justicia puesto que, de lo contrario, las violaciones de los derechos humanos continuarán en Colombia.
D. Considerando que el clima de violencia se ha incrementado durante el período que precedió a las elecciones legislativas del pasado domingo, y que ha provocado numerosas muertes, y la violación del derecho fundamental de voto de muchos ciudadanos colombianos.
E. Acogiendo con satisfacción la decisión adoptada por el Presidente Ernesto Samper Pizano el 1° de Diciembre de 1997 de desmantelar los grupos paramilitares y lamentando, no obstante, la continuación de la violencia política.
1. Condena el salvaje asesinato de JESUS MARÍA VALLE JARAMILLO y expresa sus condolencias a su familia y al Comité Permanente de Derechos Humanos de Antioquia.
2. Pide que el gobierno colombiano investigue urgentemente las circunstancias del asesinato de Jesús María Valle Jaramillo y que los responsables comparezcan ante la justicia.
3. Pide al Gobierno colombiano que mejore la protección de las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores y que apoye su labor en la medida de lo posible;
4. Pide al Gobierno colombiano que destituya a los oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía que colaboren con las fuerzas paramilitares;
5. Condena los salvajes asesinatos y la violencia cometidos por la guerrilla en Colombia.
6. Expresa sus condolencias a las familias de todas las víctimas de la violencia.
7. Reitera su rechazo al uso de las armas como medio de resolver los problemas de la sociedad colombiana e insta a todas las partes a iniciar conversaciones de paz.
8. Pide al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que incremente los recursos humanos y materiales de su oficina en Bogotá, incluída la posibilidad de designar a un relator especial para el fomento de los derechos humanos en Colombia.
9. Felicita al pueblo de Colombia por el ejemplo de democracia demostrado en las últimas elecciones pese al clima de violencia existente.
10. Encarga su presidente que transmita la presente resolución al Consejo, y a la Comisión, así como al Gobierno de Colombia, a las Naciones Unidas y al Comité Permamente para la Defensa de los Derechos Humanos.
Recordando la Declaración de la Presidencia del Consejo del 13 de junio relativa al asesinato de miembros de la organización colombiana de defensa de los derechos humanos CINEP y sus resoluciones anteriores sobre Colombia, en particular las aprobadas el 24 de octubre de 1996 y el 12 de junio de 1997,
A. Consternado por el asesinato de Jesús María Valle Jaramillo, Presidente del Comité Permamente de Derechos Humanos de Antioquia, perpetrado en su despacho el 27 de febrero por tres personas que afirmaron ser miembros de la "Brigada".
B. Considerando que, desde su fundación en 1978, treinta miembros del Comité Permanente por la Dfensa de los Derechos Humanos han sido asesinados, y manifestando su honda preocupación por el incremento de la violencia contra los activistas defensores de los derechos humanos -en 1997 fueron asesinados 19 activistas- y otros treinta se vieron obligados a huir del país para salvar sus vidas -y por la elevada incidencia de violaciones de los derechos humanos en los primeros meses de 1998.
C. Convencido de que los autores de estos delitos han de comparecer ante la justicia puesto que, de lo contrario, las violaciones de los derechos humanos continuarán en Colombia.
D. Considerando que el clima de violencia se ha incrementado durante el período que precedió a las elecciones legislativas del pasado domingo, y que ha provocado numerosas muertes, y la violación del derecho fundamental de voto de muchos ciudadanos colombianos.
E. Acogiendo con satisfacción la decisión adoptada por el Presidente Ernesto Samper Pizano el 1° de Diciembre de 1997 de desmantelar los grupos paramilitares y lamentando, no obstante, la continuación de la violencia política.
1. Condena el salvaje asesinato de JESUS MARÍA VALLE JARAMILLO y expresa sus condolencias a su familia y al Comité Permanente de Derechos Humanos de Antioquia.
2. Pide que el gobierno colombiano investigue urgentemente las circunstancias del asesinato de Jesús María Valle Jaramillo y que los responsables comparezcan ante la justicia.
3. Pide al Gobierno colombiano que mejore la protección de las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores y que apoye su labor en la medida de lo posible;
4. Pide al Gobierno colombiano que destituya a los oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía que colaboren con las fuerzas paramilitares;
5. Condena los salvajes asesinatos y la violencia cometidos por la guerrilla en Colombia.
6. Expresa sus condolencias a las familias de todas las víctimas de la violencia.
7. Reitera su rechazo al uso de las armas como medio de resolver los problemas de la sociedad colombiana e insta a todas las partes a iniciar conversaciones de paz.
8. Pide al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que incremente los recursos humanos y materiales de su oficina en Bogotá, incluída la posibilidad de designar a un relator especial para el fomento de los derechos humanos en Colombia.
9. Felicita al pueblo de Colombia por el ejemplo de democracia demostrado en las últimas elecciones pese al clima de violencia existente.
10. Encarga su presidente que transmita la presente resolución al Consejo, y a la Comisión, así como al Gobierno de Colombia, a las Naciones Unidas y al Comité Permamente para la Defensa de los Derechos Humanos.
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