Mayo 04, 2007
Publicación de periódico el Colombiano
El Estado colombiano deberá pagar 1.702 millones de pesos a los familiares del abogado y defensor de los derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, quien fue asesinado en 1998, luego de hacer públicas las presuntas relaciones de algunos miembros del ejército con grupos paramilitares, que participaron en las masacres del Aro y La Granja. "Tranquila Nelly que ya nada podemos hacer. Deje que las cosas pasen". Con esta frase el abogado y defensor de los derechos humanos Valle Jaramillo se despidió de su secretaria, el viernes 27 de febrero de 1998, luego de que dos hombres ingresaran a su oficina, ubicada en el cuarto piso del Edificio Colón de Medellín. Allí lo acribillaron con varios disparos a quemarropa. Si bien Valle Jaramillo no podía saber cuándo y dónde moriría, sí presentía cómo se produciría ese hecho, pues su vida estuvo marcada por la defensa de los derechos humanos y las constantes denuncias que elevaba ante las autoridades. Cumpliendo ese papel Valle Jaramillo alertó a las autoridades municipales y departamentales de Antioquia sobre las medidas de protección que debían implementarse en Ituango, una población constantemente amenazada por los grupos armados ilegales. Entre los hechos de violencia denunciados estuvieron las masacres de El Aro y La Granja, Antioquia. Este caso que hoy llega a su fin, por lo menos, en la justicia contenciosa nacional, permitió que los nueve hermanos y un sobrino del abogado antioqueño, nacido en 1944, puedan recibir 1.421 millones por perjuicios materiales, más 281 millones más por los perjuicios morales. Estos montos deberán ser cancelados en porcentajes iguales (25 por ciento) por el Ejército, la Policía, el Das y el ministerio del Interior.
Publicación de periódico el Colombiano
El Estado colombiano deberá pagar 1.702 millones de pesos a los familiares del abogado y defensor de los derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, quien fue asesinado en 1998, luego de hacer públicas las presuntas relaciones de algunos miembros del ejército con grupos paramilitares, que participaron en las masacres del Aro y La Granja. "Tranquila Nelly que ya nada podemos hacer. Deje que las cosas pasen". Con esta frase el abogado y defensor de los derechos humanos Valle Jaramillo se despidió de su secretaria, el viernes 27 de febrero de 1998, luego de que dos hombres ingresaran a su oficina, ubicada en el cuarto piso del Edificio Colón de Medellín. Allí lo acribillaron con varios disparos a quemarropa. Si bien Valle Jaramillo no podía saber cuándo y dónde moriría, sí presentía cómo se produciría ese hecho, pues su vida estuvo marcada por la defensa de los derechos humanos y las constantes denuncias que elevaba ante las autoridades. Cumpliendo ese papel Valle Jaramillo alertó a las autoridades municipales y departamentales de Antioquia sobre las medidas de protección que debían implementarse en Ituango, una población constantemente amenazada por los grupos armados ilegales. Entre los hechos de violencia denunciados estuvieron las masacres de El Aro y La Granja, Antioquia. Este caso que hoy llega a su fin, por lo menos, en la justicia contenciosa nacional, permitió que los nueve hermanos y un sobrino del abogado antioqueño, nacido en 1944, puedan recibir 1.421 millones por perjuicios materiales, más 281 millones más por los perjuicios morales. Estos montos deberán ser cancelados en porcentajes iguales (25 por ciento) por el Ejército, la Policía, el Das y el ministerio del Interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario